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5 parques de Barcelona para disfrutar en Semana Santa

Escrito el 11/04/19 · Tiempo de lectura: 5 minutos
Parque Collserola

Llega la Semana Santa y los barceloneses salen en masa hacia la playa, la nieve o los pueblos para desconectar durante unos días del ajetreo de la gran ciudad. Mientras tanto, nuestra ciudad cuenta con una gran cantidad de espacios en los que “bajarte del mundo” sin necesidad de salir de ella. Además, gracias a la diáspora vivida en estos días, los parques de Barcelona se convierten en un oasis de vegetación en los que leer, pasear, hacer deporte o, simplemente, sentarte en un banquito, perder tu mirada en un punto inconcreto y vaciar tu mente con el cantar de los pájaros o el chorro de una fuente ornamental como única banda sonora. ¿Suena bien, verdad? Repasamos alguna de las mejores opciones para reencontrarse con uno mismo. 

Parque de Collserola

Con más de 8.000 hectáreas de vegetación, se trata del principal pulmón de Barcelona y parque central de la ciudad. En su cima se encuentra además el el Parque de Atracciones del Tibidabo y la Basílica del Sagrado Corazón. El Parque de Collserola es un enclave boscoso situado en toda la zona oeste de Barcelona, entre los ríos Llobregat y Besòs, y que hace de frontera natural entre la gran metrópoli y las ciudades que la rodean, ya que se extiende a lo largo de nueve municipios. En 2010 se csntituyó como Parque Natural, convirtiéndose desde entonces en un lugar protegido a causa de su enorme riqueza medioambiental.

De fácil acceso tanto por carretera como por transporte público, el Parque de Collserola es un lugar ideal para disfrutar de la vegetación y la naturaleza salvaje sin salir de Barcelona. Excursiones, senderismo, paseos en bicicleta o sesiones de running son tan solo algunas de las múltiples actividades que podemos realizar. Además, gracias a los múltiples merenderos y zonas comunes que hay en todo el parque, se puede aprovechar la estancia en el recinto durante todo el día. Eso sí, la comida hay que llevarla comprada o cocinada, ya que al tener la catalogación de Parque Natural, está prohibido realizar barbacoas.

Parque de Cervantes

Una gran opción a tener en cuenta ahora que estamos en primavera. Probablemente estemos ante el espacio con mayor concentración de rosas de toda Barcelona, ya que el recinto posee un espacio dedicado al cultivo de esta flor, que adorna y da colorido al recinto desde abril hasta mediados de noviembre. En total cuenta con una colección de más de 10.000 rosales a lo largo de las cuatro hectáreas que tiene destinadas a ese uso. Allí se pueden encontrar hasta 233 variedades diferentes de rosales, oriundos de todos los rincones del planeta. Destaca entre ellos el rosal Solidaridad con Japón, plantado en 2011 por el alcalde de Barcelona en recuerdo de las víctimas del tsunami que asoló el país asiático. Un cartel atestigua aquel homenaje.

Parque Cervantes

Rosas aparte, el parque cuenta con varias zonas de césped y pequeñas arboledas, así como una serie de bancos en su parte más elevada, desde la que se pueden disfrutar unas magníficas vistas de Barcelona. También cuenta con zonas de juegos infantiles, mesas de ping-pong y espacios para realizar picnics. En general se trata de un espacio verde espléndido, con caminos anchos, ideal para paseantes y deportistas en general, que encuentran en su desnivel un circuito muy técnico en el que realizar sus entrenamientos.

Jardines de la Maternidad

Un lugar de jardines y parterres rodeados de pabellones modernistas que se pueden contemplar desde cualquiera de los bancos del parque. El espacio se diseñó en el siglo XIX como lugar de paseo para los internos de la Maternidad y el Centro Asistencial, cuando Les Corts era todavía una villa independiente de Barcelona. Distribuidos en diferentes pabellones de corte modernista, se concentraron diversos centros hospitalarios, como la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos, de carácter benéfico. Es por eso que en todo el perímetro de los pabellones se construyó también una zona ajardinada, para que los enfermos pudiesen salir de sus habitaciones, reposar y respirar aire puro sin alejarse demasiado de su centro.

Parc Joan Miro

Además de la escultura, el parque aglutina una gran diversidad tanto de flora como de aves. El parque en sí se convierte en un gran palmeral debido a la cantidad de ejemplares que se pueden encontrar en sus casi 5 hectáreas de superficie. Junto al palmeral cohabitan pinos, encinas y eucaliptos, que hacen del parque un espacio de vegetación característicamente mediterráneo. La excelente combinación de especies vegetales hacen que el parque quede configurado en dos zonas diferenciadas: la zona ajardinada, en el que se busca la mejora del hábitat de la flora y la fauna y una gran pradera de 6.000 m2 en la que conectan diversos caminos sombreados con pérgolas cubiertas de enredaderas que harán de un paseo por el parque una refrescante experiencia con la que combatir el calor del Mediterráneo en los días de verano.

Jardines del Palau Robert

Un oasis de vegetación en el corazón de Barcelona. Así podrían definirse los jardines que alberga el Palau Robert, edificio neoclásico construido a caballo de los siglos XIX y XX por encargo del aristócrata Robert Robert, que eligió el burgués Paseo de Gracia para fijar su residencia familiar. Como toda residencia burguesa, la finca debía contar con una amplia zona ajardinada en la que poder disfrutar de la naturaleza. Para ello se contrató al jardinero municipal Ramón Oliva, que diseñó un jardín de vegetación abundante y con las palmeras que se utilizaron en la Exposición Universal de 1888.

Jardins Palau Robert

Tras diversos usos desde que en 1903 se instalase allí la familia Robert, la Generalitat se hizo con la propiedad de todo el recinto, convirtiendo el palacio en un lugar clave para dar a conocer a Cataluña mediante exposiciones, actos y actividades que allí se realizan de forma regular. Con la adquisición del inmueble, la Generalitat se hizo también con la propiedad del jardín, un espacio privilegiado que fue abierto a la ciudadanía para que todos pudiesen disfrutarlo por igual. Gracias a eso, hoy día es posible pasar del bullicio más ensordecedor, que ofrecen dos arterias clave como son la Diagonal y el Paseo de Gracia, a la tranquilidad de un espacio natural en el que pasear, leer, comer al sol del Mediterráneo o desconectar del mundanal ruido por un rato.