Despacho, oficina o local, ¿Qué necesitas?
Si estás pensando en abrir o trasladar tu negocio, una de las primeras cuestiones que deberás plantearte en el momento de buscar nueva ubicación es, precisamente, qué tipo de espacio necesitas. Más allá de la zona, los metros cuadrados y el precio, es importante seleccionar un lugar que se adapte perfectamente a la actividad que deseas llevar a cabo, de este modo, evitaremos futuros problemas de adecuación que pueden suponer contratiempos y desembolsos económicos no esperados. Para ponértelo un poquito más fácil, vamos a explicarte algunas diferencias y matices que te ayudarán en el momento de ponerte a buscar.
Despachos, oficinas y locales, no son lo mismo
Habitualmente existe una gran confusión entre los términos despacho, oficina y local que suelen confundirse y usarse indistintamente, sin contar que cada uno de ellos designa un espacio con unas características y usos determinados.
Cuando hablamos de local comercial nos referimos al lugar físico en el cual un comerciante tiene sus artículos o su conjunto de bienes (establecimiento de comercio). Este término es, quizás, el que genera menos confusión, pues la mayoría de las personas relacionan este tipo de establecimientos con los negocios a pie de calle (comercios).
Sin embargo, cuando se trata de buscar un espacio para gestionar la actividad de una empresa, suele darse mayor confusión entre los términos usados y es fácil encontrar personas que solicitan un local cuando realmente la actividad que van a desarrollar puede ubicarse en un despacho u oficina, o viceversa.
El término oficina es el que denomina tanto los espacios de trabajo ubicados dentro de edificios mixtos (en los que coexisten viviendas y negocios), como a aquellos que se encuentran situados dentro de los edificios exclusivamente comerciales; independientemente de sus dimensiones.
Sin embargo, dentro del argot comercial, es habitual que las inmobiliarias establezcan pequeñas diferenciaciones y matices propios entre conceptos, que ayudan a clasificar de forma interna estos espacios de trabajo en función, por ejemplo, del tamaño. Así, podemos encontrar que el término despacho es usado en ocasiones para denominar a los espacios de trabajo de menores dimensiones, diseñados para un grupo más reducido de personas; mientras la palabra oficina se reserva para designar aquellos espacios más grandes que pueden albergar un mayor número de personas.
Edificios open-concept: nuevos entornos de trabajo
En los últimos años, un nuevo concepto de entorno de trabajo se ha ido posicionando como opción de preferencia por muchas empresas que buscan espacios de trabajo mucho más dinámicos y que faciliten la interacción. Se trata de los edificios open concept en los que las oficinas de trabajo han dejado de ser meros espacios pasivos para convertirse en una herramienta de apoyo activo a las tareas que desarrolla la empresa. Y la tendencia, cada vez más en alza, es apostar por este tipo de entornos que favorezcan la movilidad y la no territorialidad. Espacios en los que nadie tiene asignado un puesto fijo.
Este nuevo concepto permite una mejor utilización del espacio, reduce costes, permite una mayor flexibilidad y genera la posibilidad de crear un entorno que facilite la colaboración y la innovación.
Indispensable: asesoramiento experto
Sin duda alguna, a la hora de escoger un espacio de trabajo, es indispensable recibir el asesoramiento experto adecuado, tanto en relación con las características y usos del espacio que se desea adquirir, como con las cuestiones técnicas (tipo de actividad permitida o requisitos para su adecuación, etc.). Disponer de toda la información ayuda a resolver dudas al respecto y evita de antemano que adquiramos un espacio que no se adapta a la actividad que deseamos realizar o que nos obligue a enfrentarnos a una reforma demasiado costosa.
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