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Jordi Cabedo, director de Calidad, Seguridad y Medio ambiente de Núñez y Navarro: “La prevención no se acaba con la obra. La Rotonda es un edificio vivo que tendrá usuarios: clientes y trabajadores”

Escrito el 16/02/17 · Tiempo de lectura: 9 minutos
Jordi Cabedo

Núñez y Navarro ha ganado el primer premio en la categoría Mejor práctica de gestión de la prevención en la V edición 2016 de los premios Asepeyo que otorga anualmente la mutua de accidentes. Una de las personas que ha liderado este proyecto de prevención de riesgos laborales, fue Jordi Cabedo, director de Calidad, Seguridad y Medio ambiente (QSM) de Núñez y Navarro, quien además fue el encargado de recoger el premio en nombre de la compañía. Orgulloso de la manera de hacer que tiene la empresa, nos habló sobre la propuesta presentada al concurso, y sobre cómo ha sido el proceso de la rehabilitación de este edificio.

Jordi Cabedo

Antes que nada le queremos felicitar y dar la enhorabuena por el premio.
Gracias pero no es mérito mío. Es de todo el equipo técnico y trabajadores de obra, del coordinador de seguridad y los propios técnicos de nuestro departamento.

Acaban de recibir el premio a “La mejor práctica de gestión de la prevención” por la gestión global de prevención de la rehabilitación del edificio de La Rotonda, ante gigantes o empresas como Allianz o Securitas, Norbega (Coca-Cola), Sacyr, instituciones como la Universidad Miguel Hernández de Alicante. ¿Qué le dice esto?

Que nos reconocen el compromiso por la seguridad y el trabajo bien hecho, además era el primer premio al que nos presentábamos. Nos hacía mucha ilusión que desde una entidad de prestigio nos reconocieran dicho trabajo. Del alcance del premio no sabía qué competencia nos encontraríamos. Sé que había otras constructoras y que lo habían concedido a otras grandes empresas en ediciones anteriores.

En todo caso, usted ha sido la cabeza visible de este proyecto...
Mi cargo es jefe de departamento de calidad, seguridad y medio ambiente de Núñez y Navarro, pero este ha sido un trabajo conjunto con todos los implicados, desde el equipo técnico interno hasta los instaladores.

¿Qué funciones conlleva su cargo?

Soy el responsable del servicio de prevención propio de JOSEL (sociedad mayoritaria dentro de la compañía Núñez y Navarro). Es un servicio englobado dentro del departamento de seguridad de la compañía, que asume también la gestión del sistema de calidad y de medio ambiente dentro del área actividad inmobiliaria de promoción y construcción.

Entiendo entonces, que esto va más allá de un simple análisis de riesgos laborales de una empresa.
Sí, como responsables de seguridad cubrimos todas las necesidades preventivas de Nuñez y Navarro en sus áreas de negocios. Desde la cobertura de formación de un trabajador, la realización de simulacros, investigación de accidentes, hasta la evaluación de seguridad completa de una finca, de un aparcamiento o la gestión de la cadena hotelera. Engloba, entre muchas, todas las acciones de prevención de riesgos.

¿Se trataría de buscar el peligro de los riesgos allá donde la gente no los ve?

Bueno, para tener éxito con la prevención, esta no se puede enfocar como una materia extra. Se debe incluir en el día a día del trabajo “bien hecho”, integrando las medidas seguridad en cada operación de forma normal y habitual desde la concienciación del propio profesional.

Todo ello para intentar crear una cultura preventiva con los tuyos y con los subcontratados de la organización. Cuanta mayor planificación haya y más pienses en hacer bien el trabajo, menos posibilidades tendrás de improvisar y que suceda algo malo.


Antes del proyecto de La Rotonda, ¿podría destacar alguno en el que haya colaborado previamente?

Desde el Área Técnica de Núñez y Navarro y el Departamento de Calidad, Seguridad y Medio Ambiente (QSM) hemos realizado más de 60 obras. Sí que es cierto que La Rotonda ha sido el proyecto más especial que hemos tenido últimamente y que ha durado cinco años. Pero dentro de las 60 obras hemos superado los 300 millones de euros de facturación, asumiendo internamente la coordinación de seguridad y salud desde 2002 con resultados magníficos; sin accidentes graves ni sanciones administrativas.

Si hay que destacar algunos proyectos por su envergadura, pueden ser las promociones de viviendas en Torre Vilana o del Eixample de Barcelona, o la construcción del Hotel 1898. Pero no destacaría uno más que otros en materia de prevención de riesgos laborales.


¿Cómo se gestiona este gran proyecto de la Rotonda en el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales?

Hay diferentes agentes y documentos importantes en todo el proceso:

Cada proyecto de construcción debe tener integrado un estudio de seguridad y salud desde de la fase de diseño. Una vez está aprobado este proyecto con la licencia administrativa correspondiente, empezamos a construir. Empieza la fase de ejecución. Y allí el estudio de seguridad y salud se convierte en un plan de seguridad y salud, que realiza cada constructor/contratista que a la vez es revisado y aprobado por el Coordinador de Seguridad y Salud. Esta figura es designada por el promotor (Núñez y Navarro), que en nuestros proyectos es Alberto Roás, arquitecto y técnico superior de Prevención de Riesgos Laborales de nuestro departamento QSM.

Alberto, como coordinador de la seguridad, asume el control de la prevención, asegurando que los planes de seguridad de los contratistas sean los correctos y velando por su implantación en la ejecución de la obra. En esta fase se hacen visitas de control, reuniones de seguimiento, simulacros de emergencia, informes, evaluaciones de riesgos, investigación de accidentes… todo esto y más acciones preventivas se han hecho durante 250 semanas en la obra.


En el caso de La Rotonda, ¿En qué punto empieza su trabajo?

La prevención en este proyecto empezó con la compra del solar. Tuvimos que coordinar con el anterior propietario la limpieza interior de todos los residuos que quedaban en el hospital, incluidos los biológicos. Y después, una pre-seguridad de las instalaciones, repaso de los puntos de riesgo del edificio como eran la chimenea o los elementos ornamentales de la fachada. Todo para asegurarnos que no generase un peligro a terceros (viandantes, vecinos) hasta que empezara la obra.

Cuando ya empezó la obra nos mantuvimos frente el proyecto de la mano de la dirección técnica, con la coordinación con los 20 contratistas y para todos los 750 trabajadores...

Y la prevención todavía no se ha acabado. Es una cosa que quería destacar, La Rotonda es un edificio vivo que tendrá clientes en las nuevas oficinas, otros que dejarán el coche en el aparcamiento... Eso nos obliga a velar por la seguridad y las medidas de emergencia del edificio, a garantizar la prevención de los puestos de trabajo de la conserjería, de los agentes del parking, de los instaladores... Debemos mantener vivo el espíritu de la seguridad de la obra para continuar haciendo prevención.


En un proyecto como el de La Rotonda, han intervenido empresas externas a la casa, como por ejemplo TRAC. ¿Es complicado implicar en la prevención a empresas y agentes externos a la casa?

Ha sido complicado el hecho de que hemos cambiado un poco el modelo organizativo. Hemos pasado de ser un promotor constructor que dirigía toda la obra a pasar la función de constructor a los diferentes contratistas. Ello conllevó la obligación de coordinarlos y traspasar-compartir nuestro know how de la prevención a ellos. No fue un camino sencillo, pero en el día a día estábamos acompañados por el equipo técnico de obra de Núñez y Navarro: Daniel Soria, Miguel Usero, Miguel Navarro y Xavi Diaz que hicieron que el esfuerzo fuese más fácil y compartido.

¿Cuánto tiempo lleva aproximadamente una planificación de un proyecto como el de La Rotonda?

Pues te tienes que avanzar siempre como mínimo 15 días, ir por adelantado para tener la visión de lo que vendrá después. El proyecto llevó tiempo estudiarlo por todos los técnicos, pero una vez ya puestos en marcha vamos semana a semana resolviendo las incidencias que se han detectado y comentado en la visita de aquel día, pero sobre todo analizando las tareas de riesgo que vendrían a continuación.

¿De qué manera coordinan o controlan que se respete o que se cumplan sus recomendaciones?

Como hemos comentado antes, una figura clave ha sido Alberto Roás, el coordinador de seguridad y salud de todo el proyecto. Él es la persona que lidera todas las medidas de seguridad y su control y que ha trabajado con nuestro equipo de obra y de los diferentes contratistas para que se pusieran los medios de seguridad pertinentes.

Jordi Cabedo

¿Ha habido alguna traba principal o alguna complicación a la hora de llevar a cabo el proyecto de La Rotonda?

No ha habido ninguna complicación, aunque ha sido una obra compleja. Destacaría el derrumbe, que fue muy controlado mientras se coordinaba con la nueva estructura. Se tuvo que marcar muy bien las pautas de ejecución y las medidas de seguridad correspondientes. Hubo una gran entente con los dos grandes contratistas, que fueron HERCAL y ENCOFRADOS CASTELLS. Pero en ningún momento hubo una urgencia para “parar la obra”.

También hubo un elemento de especial control que fue la farmacia abierta 24 horas en el local de planta baja del Paseo de Sant Gervasi, local que tuvimos que proteger porque derribamos y construimos encima del mismo.

En el momento en que hay varias empresas haciendo diferentes tareas, ¿Se complica todo? Por ejemplo, la restauración, el templete, la iluminación... ¿Es más complicado coordinarlo todo?
Sí, es más complicado porque son varios actores a coordinar y muchas veces todos necesitan trabajar en el mismo espacio. En este caso nos anticipamos para determinar orden de prioridades y evitar coincidencias. Lo debemos tener muy controlado mediante los responsables de obra porque si no el trabajador acaba mal, decidiendo por su propio interés y riesgo.

¿Ha sido más fácil concienciar a los operarios del día a día o a los técnicos, cargos intermedios y visitantes que podía haber en la obra?

Hemos tenido alguna actividad de riesgo de caída en altura, con necesidad de trabajar con equipos de protección individual, tipo arnés, que obliga una supervisión muy estricta.

A veces sabe mal que ellos mismos no estén concienciados de la necesidad de estar bien protegidos. Por eso, esta ha sido una actividad donde puntualmente hemos tenido algún conflicto. Pero con sus responsables, con los equipos de obra y arquitectos no hemos tenido ninguno.

¿Un informe de seguridad previo puede paralizar o bien modificar la idea inicial de un proyecto en función del que se dictamine?

No llegaremos a cambiar un proyecto, pero sí la manera de afrontarlo, cómo atacarlo, y especialmente qué medios auxiliares se necesitarán.

¿Qué beneficios les ha reportado un proyecto de esta envergadura? ¿Cómo evaluarían su eficacia?

Los beneficios han sido poder acabar el proyecto con una alta calidad técnica final sin sufrir ningún siniestro o accidente de gravedad o de consideración. Se evaluaba la eficacia de las medidas de seguridad con los informes de visita de coordinación semanal, en los que se puntuaban ochos parámetros de seguridad y dos de medio ambiente. Y en los que se obtuvo después de 224 informes, una media alta de 9.4, por encima de la media del conjunto de obras (valor 8.5 Objetivo OHSAS 18001, compañía).

Además de La Rotonda, ¿cuál es el proyecto más complicado o especial al que te has tenido que enfrentar?

Arquitectónicamente y técnicamente, La Rotonda ha sido compleja. Con otros tendría que hacer memoria. En todos hemos tenido fases, operaciones o unidades complicadas o de riesgo: por ejemplo trabajos en espacios confinados; como fue la limpieza interior de pozos. Pero a nivel global, ninguno tan importante como La Rotonda.

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