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La historia hecha arte: creando el alma del Hotel REC Comtal

Escrito el 28/02/19 · Tiempo de lectura: 11 minutos
Joan Tarrago

En el número 19 de la calle Rec Comtal de Barcelona hace un año que podemos encontrar un hotel con mucha historia. Historia de verdad. Porque el Hotel REC Comtal se sitúa justo encima del camino que dibujaba la antigua Acequia Condal de Barcelona que, durante 2.000 años y a través de sus más de 12 kilómetros de recorrido, transportaba agua desde Montcada i Reixac hasta la Barceloneta, llenando de vida la ciudad. Un enclave tan especial requería reflejar esa historia, impregnar sus paredes y rincones de detalles que dejaran constancia de todo lo que aquel lugar había sido y había vivido. Y para tan encomiable labor los nombres estaban claros desde el principio: Bea Schulze, Joan Tarragó, Marga López y Sergi Delgado. Todos ellos jóvenes, de Barcelona y con un indiscutible talento para crear arte de la nada, únicamente con sus manos, pero sobre todo con sus corazones. Ellos son los artistas que, cada uno desde su especialidad, han contribuido en el desarrollo de la identidad tan característica del Hotel REC Barcelona.

Para ellos, el Hotel REC Barcelona ha sido el gran lienzo en blanco sobre el que dar rienda suelta a su imaginación, sobre el que crear las piezas de una auténtica galería de arte a gran escala. Arte para deleitar los sentidos, arte para descubrir la historia, arte para disfrutar, arte para enamorarse y sobretodo, arte para perderse en él un buen rato.

A pesar de no haber trabajado todos juntos de forma previa, cada uno de ellos conocía perfectamente el estilo y las creaciones de sus compañeros. Además, tenían un nexo en común que garantizaba que la suma de todos sus talentos daría como resultado un proyecto de arte sin igual: Xavier Franquesa, director creativo, diseñador de interiores y fundador y director de la galería de arte Il·lacions, además de ser el responsable de la dirección de arte del Hotel REC. Franquesa ya había colaborado con cada uno de ellos desde su galería, la primera dedicada exclusivamente al diseño en Barcelona, y conocía a la perfección sus obras y estilos. La apuesta por ellos fue absoluta desde el primer momento y el resultado final le da claramente la razón. Solo hay que acercarse al hotel para comprobarlo.

Hoy nos reunimos con todos ellos para conocer, más de cerca, el proceso de creación del “alma” del Hotel REC, para el que tan solo han necesitado un punto de partida, un objetivo claro y mucha libertad: tres claves que han permitido que cada artista creara una obra muy personal. “Hemos trabajado cada uno nuestra parte de forma independiente y precisamente ese dejarnos ser, dejarnos trabajar por nuestra cuenta era la voluntad de Xavi, él quería que esto funcionara como galería y nos dejó crear algo muy artístico y muy auténtico. Lo cierto es que nos dieron mucha libertad a cada uno en nuestro proceso creativo. Existía un tema en el que inspirarse: el Rec Comtal y a partir de ahí tuvimos libertad para crear”, nos cuenta Marga López, la artista que ha dado vida a las ilustraciones que podemos encontrar enmarcadas en las habitaciones, en los cojines o en la tote bagdel hotel, que ha personalizado el logo REC con su estilo orgánico tan característico y que ha diseñado un plano del barrio con un toque muy personal que podemos ver expuesto en el hall.

REC 1889

La historia del Rec Comtal y el enclave del hotel eran piezas fundamentales en las que inspirarse para crear. La fotógrafa Bea Schulze que se ha encargado de documentar, a lo largo de dos años y medio, todo el proceso de gestación y desarrollo del proyecto, desde los primeros momentos de la excavación hasta la concepción y posterior construcción del edificio, explica que “cuando comenzó a construirse el hotel se hallaron restos arqueológicos en el suelo, en ese momento, surgió la necesidad de documentar todo el proceso. Xavier Franquesa contactó conmigo y empezamos a darle forma al concepto que tenían en mente, no solo de la obra, sino de todos los temas relacionados con el Rec Comtal. Así que puedo decir que yo estuve desde el momento cero del hotel”. Y añade con evidente emoción en cada una de sus palabras: “El descubrimiento de los restos fue, sin duda, el mejor inicio de proyecto que he tenido jamás. Recuerdo que aquel día pensé, tengo la responsabilidad de representar tantos años de historia, tantos años de vida en Barcelona. Y el reto era darle a todo eso una mirada contemporánea. En ese sentido, Xavi nos ha conducido por un proceso muy bonito, y lo mejor ha sido conjugar el estilo que cada uno tenemos y nuestra manera personal de hacer arte y unirlo todo en un espacio de una manera increíble”. Al ser la encargada de la documentación de todo el proceso, Schulze debía interactuar con el resto de artistas para plasmar el paso a paso del proceso creativo: “Ese fue el momento más bonito pues era una labor en equipo y yo debía hacer que el trabajo de todos ellos fuera visible. Además, saber que todo ese esfuerzo se iba a plasmar en imágenes que iban a formar parte del diseño final del hotel fue para mí una súper noticia”.

El ilustrador Joan Tarragó es el responsable de los súper murales que se exponen en las diferentes plantas del hotel, de los motivos texturizados que visten los cristales de la fachada, de las puertas de neón que abren habitaciones imaginarias, de un súper ojo luminoso y del mural que encontramos en el techo del lounge-bar. Su obra recoge una mirada histórica y aporta una visión contemporánea para crear algo específico y único: “En mi proceso creativo, normalmente, me intento basar en la historia del lugar, conocer las raíces, los orígenes y después trasladarlo todo a una visión mucho más moderna. En este caso se trataba del antiguo Rec Comtal que alimentaba gran parte de Barcelona: esa estructura hidráulica de primera magnitud, es agua, en definitiva es vida, ya que se trataba de una canalización de agua que permitía cultivar y que por tanto, era la fuente de alimento de la época. Quería plasmar todo eso en mi obra“. Y añade:“También quería dejar constancia de la localización de los restos históricos. De hecho, el mural del patio de la entrada, al que he llamado individuo, es precisamente mi interpretación de uno de los tres personajes arqueológicos hallado durante la construcción del hotel. El contenido del mural es un río horizontal que contiene camuflado en él partes de un esqueleto. Se trata de un homenaje a la memoria histórica y a la vida alrededor del Rec Comtal. En esa parte del proyecto era irresistible no utilizar ese contenido histórico”.

Sergi Delgado, ilustrador, se ha encargado de crear cuatro número-grafías para dotar de identidad los números de habitación y los de planta; para las puertas de las habitaciones ha utilizado unos motivos "fluidos" con esencia pop-art, y para los pasillos unas elaboradas trazas geométricas que se han materializado con listones de madera.

“Xavier Franquesa contactó conmigo para encargarme los números de planta del hotel y los números de las habitaciones cuando el hotel ya estaba en el proceso final. En ese momento yo estaba trabajando con unas texturas que encajaban muy bien con el concepto de agua y ondas que se estaba trabajando y aprovechamos también para integrarlas en unos cuadros que hay expuestos en las habitaciones y también alguna ilustración. Me enseñó algunas ilustraciones que Marga había hecho, fotografías del REC y demás para que me inspirara y poder tener una base con la que trabajar. Luego en las distintas plantas del hotel vi que había unas maderas en el techo y me pareció muy interesante trabajar los números de planta con esas maderas inspirándome en el razzle dazzle, un tipo de camuflaje militar de inspiración cubista que se usaba en los barcos para ocultarlos y que los submarinos enemigos no acertaran. Al final lo que hicimos es transformar ese pattern usando esas mismas maderas y creando los números. El resultado fue muy chulo porqué ganaba tridimensionalidad y permitía jugar con algo más que con la pared”.

REC

Justo hace un año todos los artistas que habían participado en el diseño del Hotel REC se reunieron en una noche de cócteles en la que conocieron, por primera vez, el resultado final de sus obras integradas en la decoración del edificio ya acabado. Tal como explica Joan Tarragó, “entrar por la puerta y ver el resultado final fue un subidón. Personalmente puedo decir que le he dedicado muchas horas y hay murales con mi obra en todas las plantas, así que verlo todo acabado fue increíble. Es como cuando trabajas para una exposición y el día de antes tienes todo el taller desordenado, hecho un caos y de repente, ves tu obra en la galería y dices ¡olé!, pero a un nivel monumental, pues es un edificio de muchas plantas, tridimensional, con murales enormes, con luces de neón… y todo eso contrastado con la obra de todos tus compañeros que es gente que me flipa lo que hace y que además hace un trabajo que casa perfectamente con el mío”.

Bea Schulze añade: “Para mí este trabajo es mi niño, yo lo viví desde el principio muy muy de cerca, y no solo el proceso de construcción del hotel sino el proceso de las obras de arte de todos mis compañeros. Realmente las conexiones que tuve con todos ellos, con Xavi, con Núñez i Navarro fueron increíbles. A veces haces proyectos y, por supuesto, están allí, pero este es un súper proyecto, además de un trabajo en equipo increíble y magnífico“.

En medio de la respuesta, la camarera del lounge-barnos sirve nuestras bebidas y en ese momento Bea deja de hablar, toma el posavasos en su mano y nos lo muestra: “A esto me refiero. Esto que está pasando ahora mismo es increíble para mí. Que te sirvan un refresco y el posavasos sea una de las fotografías de tu trabajo, poder ver tu aportación tan presente en el hotel, es algo indescriptible”.

Emi caso, afirma Marga López, mientras se iba montando todo me iban llegando spoilers por whatsapp: la instalación del vinilo de la entrada, etcétera. Recuerdo el día que nos invitaron para ver el resultado final con muchísima ilusión por ver cómo había quedado e ir entrando en las habitaciones y pensar ¿será aquí dónde están mis piezas? Estaré eternamente agradecida a Xavi y al grupo Núñez i Navarro por la confianza y por la libertad ya que ha sido muy fácil trabajar en el proyecto, me siento muy satisfecha con el resultado”.

Sergi Delgado nos explica que “siempre suelo trabajar en digital, en ordenador, y la verdad que cuando vi montados los números de planta, por ejemplo, que son de casi dos metros, me impresionó mucho verlo. Un trabajo que has hecho en pantalla de repente verlo en físico mola mucho. Y en pocos proyectos tengo la oportunidad de trasladar algo que hago en ordenador a algo palpable. La verdad es que me siento muy contento con el proyecto y con Xavi igual, no he recibido ningún feedback negativo, todo era siempre para adelante, para adelante, y muy bien”.

Al preguntarles qué han querido expresar con su obra, todos lo tienen claro y de nuevo, van a una: el alma del proyecto desde una visión muy, muy personal. De hecho, Marga nos explica que “una de las cosas que más me perdían del proyecto era que tenía que hacer un mapa del barrio con los cuatro lugares emblemáticos (arco del triunfo, catedral, Santa Caterina y Santa Maria del Mar…) y luego recomendaciones de lugares para comer o tomar algo, pero desde mi punto de vista. Y recuerdo que al principio yo estaba tímida pues pensaba ¡son sitios que me gustan a mí! Es cierto que antes trabajaba en un estudio por aquí cerquita y conozco bastante el barrio, pero son lugares que me gustan a mí y no sabía si era un criterio suficientemente fuerte como para recomendárselo a todo el mundo que se alojara en el hotel. Y al final, a excepción de dos lugares que Xavi me dijo que añadiera, el resto es totalmente a mi gusto. Hasta ese nivel de personal ha sido este proyecto”.

Joan Tarragó nos explica que además de plasmar la historia del Rec Comtal, ha intentado ir más allá e intentar captar la atención del espectador experimentando con nuevas técnicas, mezclando luces de neón con la pintura mural: “Estos murales luminosos más que buscar una contemplación por parte del espectador, ofrecen un diálogo. Como por ejemplo, las cuatro puertas de neón que hay en cada pasillo, que te invitan visualmente a entrar dentro del mural y transportarte imaginariamente a otros mundos. O el mural de la segunda planta del ojo. Siempre andamos buscando algo y de repente es un ojo luminoso el que te encuentra a ti. Es un poco ese efecto sorpresa, el accidente inesperado que hace que de repente el protagonista seas tú”.

Antes de finalizar Bea quiere añadir algo: “La verdad es que hablo en nombre de todos cuando doy las gracias a Xavier Franquesa y a Núñez i Navarro por su implicación y guía en todo el proceso. Nos lo han puesto muy fácil, nos han dejado ser nosotros mismos y expresarnos libremente en nuestro trabajo y eso se nota en el resultado”.

Terminamos la entrevista entre risas, recordando las anécdotas que vivieron durante todo el proceso de construcción del hotel y con un paisaje de fondo inigualable: el skyline de Barcelona, casi en 360º, que se puede ver desde la terraza del Hotel REC.