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Mar Galtés: Orígenes de la Barcelona más startup

Escrito el 24/05/20 · Tiempo de lectura: 7 minutos
Mar Galtes

En los últimos años Barcelona se ha afianzado como ecosistema de referencia para los emprendedores digitales de todo el mundo. La Ciudad Condal ha logrado alcanzar las primeras posiciones de los rankings internacionales de tecnología y emprendimiento, y actualmente es considerada el mayor hub digital y tecnológico del sur de Europa. Pero si algo está claro es que este reconocimiento no es fortuito. Y para entender bien el momento actual que vive la ciudad, es necesario comprender primero de dónde viene.

Precisamente, de los orígenes de la actividad emprendedora en Barcelona, habla largo y tendido la periodista y consultora de comunicación, Mar Galtés, en su último libro Barcelona startup. Una crónica periodística que recoge 150 historias de las que ella misma ha sido espectadora privilegiada, que repasan los casos de éxito y role models que han llevado a la capital catalana a destacar en el mapa europeo. Historias que cuentan, desde su visión personal, la Historia de este ecosistema digital y tecnológico, con sus aciertos y sus fracasos y desde sus inicios, mucho antes de que existiera consciencia de ecosistema.

Barcelona Startup Libro

Al pensar en el ecosistema startup de Barcelona seguro nos vienen a la cabeza las grandes empresas actuales que forman parte de él. Sin embargo, muy pocos conocen esas primeras historias, que se sitúan a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, y que son las que nos han llevado hasta dónde estamos. Historias que la periodista Mar Galtés ha podido seguir muy de cerca, durante 25 años, a través de sus crónicas en La Vanguardia. Relatos con los que ha explicado y dado visibilidad al nacimiento de toda esa cultura del emprendimiento digital y tecnológico y que, ahora, muestra al mundo a través de su libro: Me di cuenta de que la mayoría de las personas, incluso las que formaban parte del ecosistema, y especialmente las que se habían incorporado en los últimos 5-7 años, no tenían clara la historia que había detrás. Una historia que nos ha permitido llegar hasta aquí. Sobre todo, porque hace unos años no era tan evidente que Barcelona pudiera llegar a ser un hub digital y tecnológico. Entonces me planteé la idea de escribir este libro, precisamente, para poder poner en valor todas estas historias que yo había podido conocer tan de cerca y que son las que nos permiten entender dónde estamos y dar credibilidad hacia dónde queremos ir”.

El cómo Barcelona acabaría por convertirse en un ecosistema emprendedor destacado a nivel mundial, no estaba detallado en ninguna hoja de ruta, sin embargo, eran muchas las personas, instituciones y entidades con ideas, acciones y políticas que confluían y miraban hacia la misma dirección. Pero como afirma Mar Galtés, aquí, en la propia ciudad, costó ver y evidenciar que el sector era relevante a nivel mundial. Sin embargo, fuera de Barcelona lo vieron muy pronto. Un claro ejemplo lo encontramos en los fundadores de eDreams, dos estadounidenses salidos de Standford, que ya en el año ‘99, en plena burbuja puntocom, quisieron montar una empresa de viajes online y, como en el mercado de EE. UU. ya existían grandes empresas en el sector, decidieron venir a Europa. Al escoger el lugar en el que se iban a ubicar, de todas las ciudades, escogieron Barcelona. Todo esto no era tan evidente”.

Tal como refleja en su libro, para la autora hay cuatro fechas clave que ilustran ese reconocimiento exterior: “La primera se da en octubre de 1999, durante una conferencia ante empresarios catalanes en la que Pep Vallés, por entonces fundador del portal ¡Olé!, auguró que Barcelona reunía las condiciones para ser el Silicon Valley europeo”. Sin embargo, Galtés afirma que esa declaración no se entendió en aquel momento, en una Barcelona en la que apenas se hablaba de emprendedores ni de startups. “En mayo del año 2000, el magazine de San Francisco, The Industry Standard, considerado la biblia de los negocios de internet, convocó en el Hotel Arts su primera conferencia mundial. Barcelona acogió el primer Congreso Mundial de Negocios de Internet, cuando aquí todavía no entendíamos nada sobre el tema. Ni siquiera hubo empresas locales participantes. Pero se estaban dando ya las condiciones para que estas cosas pasaran y era más que evidente que nos reconocían desde fuera, por lo tanto, solo era cuestión de tiempo”.

Las otras dos fechas apuntan a dos hechos relevantes que, como explica Mar, hacen que todo el mundo tome conciencia del ecosistema de Barcelona como tal. El primero, en verano de 2016, con la inauguración de la sede del Barcelona Tech City en el Pier01, la asociación privada sin ánimo de lucro, abierta al conjunto del ecosistema tecnológico local e internacional, impulsada por emprendedores locales, que actualmente representa a más de 1000 empresas. “En ese momento Barcelona descubre que esto va de verdad, que las startups no son una moda y esta nueva realidad se hace tangible en la ciudad. A este hecho, se suma que, en otoño de 2017, el fondo de inversión europeo Atomico, publicó un informe que apuntaba a Barcelona como la tercera ciudad preferida de Europa por los emprendedores para montar su startup. Quedaba claro que desde fuera nos estaban reconociendo un posicionamiento que aquí nadie se había creído”.

Y es que Barcelona, como ciudad, ofrece múltiples encantos referidos a su calidad y estilo de vida que, sumados a su tradición empresarial, han contribuido a sentar las bases del ecosistema: “En Barcelona hay una base geográfica, un gran atractivo para vivir a nivel de calidad de vida, que es evidente, y esto ha estado aquí siempre. Y luego hay una tradición empresarial y comercial de apertura de mente, que a menudo desmerecemos, que hace que la gente quiera venir a vivir a Barcelona. Es decir, hay cierta tradición comercial y empresarial, pero también de acogimiento, de ser una ciudad muy abierta a la que puede venir todo el mundo y en la que pueden pasar muchas cosas. Además, a parte del carácter empresarial, las administraciones también han contribuido a potenciar el ecosistema, aunque no de manera coordinada. Barcelona Activa por su lado, la Generalitat, a través de CIDEM primero y después ACCIÓ, y también a través de las Universidades, siendo entidades de referencia que han atraído gente. Cada uno a su manera, se han encontrado y todo se ha ido construyendo”.

Barcelona

La capital catalana posee una indiscutible trayectoria de creatividad, artística, cultural, mediterránea, que la ha posicionado tradicionalmente como la ciudad del diseño, y que también ha marcado los valores diferenciales de su tejido emprendedor. Tal como nos cuenta la autora: “Mientras Berlín es una ciudad muy fuerte en operaciones y sus startups son muy potentes en temas de logística y sistemas; en Tel-Aviv son importantes en temas de ciencia, ciberseguridad y toda la parte militar; Londres despunta en fintech y en Barcelona destaca toda la parte de producto: user experience, enfoque, procesos, etc. La capacidad de diseño y la creatividad son nuestros valores diferenciales. Y esto ha de ir ligado a los sectores en los que Barcelona es fuerte: turismo, sanidad, alimentación. Debemos seguir buscando los puntos fuertes de la industria que den sentido a la innovación vía startup, ya que el resultado puede tener un impacto social importante en cuanto a lugares de trabajo, cambios de hábitos y aplicaciones para las personas”.

Al preguntarle a Mar por el futuro del ecosistema digital y tecnológico de Barcelona, nos cuenta que: “Desde el punto de vista de ciudad, ahora que hemos conseguido que el relato de la innovación y las startups cuaje, que se haya entendido, el reto de futuro, en el que ya se está trabajando, pasa por hacer el ‘clic’ definitivo en la economía tradicional. Ya no basta con creernos el mundo de las startups, ahora toca practicarlo, toca pasar a la acción. Y esto pasa por lograr que las empresas tradicionales y la propia administración sean consumidoras de los productos de calidad que genera el ecosistema. Se debe entender que realmente aportan valor, que son una vía de innovación importante y que pueden tener un efecto tractor decisivo para salir de la crisis. No basta con creer e impulsar a las startups, hemos de consumir nuestra tecnología, apostar por ella, antes que por otra de fuera”.

Sin duda, un libro de lectura obligada para todas las personas que deseen saber cómo Barcelona, la ciudad de las Olimpiadas, del diseño, de Gaudí, del Barça, se ha convertido, también, en el hub digital y tecnológico más importante del sur de Europa.