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Marc Mascort i Boix: “Urban art is a reflection of society”

Written in 10/01/23 · Reading time: 7 minutes
Marc Mascort

Todas las marcas tienen un camino y una historia. La de Montana Colors empieza en 1994, en la #Barcelona postolímpica, unos años después de la llegada del grafiti a la ciudad. Montana Colors fue la primera marca en elaborar productos específicamente pensados para el street art y el grafiti. Desde sus inicios, el proyecto iniciado por Jordi Rubio Rocabert se fue expandiendo hasta convertirse en la marca de sprays de referencia internacional que es actualmente, con una proyección que la ha llevado hoy en día a estar presente en 90 países de todo el mundo.

We have interviewed Marc Mascort i Boix, head of the Culture Area at Montana Colors, to talk about the company's history and what graffiti and urban art mean for the public space of Barcelona.

Marc Mascort

La historia de la compañía se inició hace ya cerca de 30 años en Barcelona, momento en el que, tras el lanzamiento de su primer producto en spray, se corriera la voz por toda Europa y comenzaran a llegar escritores y artistas desde Francia, Alemania, Suiza o Italia para probar el producto. Mascort nos cuenta: “Montana Colors nació para dar respuesta a las limitaciones que tenían los artistas que utilizaban el grafiti. Sus herramientas eran los aerosoles de bricolaje y no contaban con una gama de colores lo suficientemente extensa como para que las obras tuvieran la definición que merecían”.

Es por eso que el nacimiento de #MontanaColors en Barcelona supuso un antes y un después no sólo para los artistas que utilizaban estos aerosoles también para la cultura del grafiti en nuestra ciudad: Montana Colors no existiría sin el grafiti y el grafiti tampoco existiría como existe ahora sin Montana Colors”, explica Mascort. El responsable de Cultura de Montana Colors asegura que se trata de un crecimiento en paralelo; una retroalimentación entre un colectivo y una corriente creativa. Mascort, cita a la mítica artista neoyorquina Lady Pink con la que coincide al afirmar que “el street art, es el movimiento más importante dentro de la historia, después del Renacimiento, porque es el que ha implicado a más personas en todas partes del mundo.” No sé si podemos decir que Montana Colors supuso un antes y un después para la ciudad, pero que sí que ayudó a hacer un cambio radical en esta cultura gracias a estos factores de retroalimentación.

Desde su creación hasta día de hoy, la marca ha logrado sumar 26 tiendas oficiales Montana Shop & Gallery en todo el mundo, con muchos artistas internacionales que se desplazan a Barcelona para estar en contacto con la organización. La expansión que ha tenido Montana Colors es una evidencia, pero ¿cuáles han sido los factores que han provocado que sea una marca de referencia mundial? Mascort asegura: “La clave del éxito es la diferenciación a través del origen, la calidad de nuestros productos, el I+D, y también, cierto sentimiento de pertenencia. Nuestra capacidad para innovar, nuestra preocupación por el trabajo bien hecho y la dedicación hacia nuestros clientes nos diferencia del resto. De hecho, ¡hay gente que hasta se tatúa nuestras latas de 94!”, comenta Mascort.

DXTR

Este compromiso de Montana Colors ha quedado grabado no sólo en el eje cronológico de la historia, sino en la memoria colectiva de sus clientes, por los que la marca trabaja diariamente para mejorar y facilitar la interacción con el artista. Montana Colors es parte de una cultura que se está estableciendo y que está diferenciada de otras”, apunta el responsable de Cultura de la marca.

Barcelona es desde hace años una de las capitales mundiales del grafiti y el street art. Esto se debe no solo a la cultura de arte urbano que atesora la ciudad, sino también a los artistas nacionales que se han formado en ella. Con artistas locales como Pez , que fue el primer artista en participar en nuestro proyecto de NN Wallery la capital catalana sigue creciendo en manifestaciones de este arte, y se consolida como una ciudad con posibilidad de desarrollarse y asentarse en este ámbito. Sin embargo, esta forma de expresión algunas veces puede ser percibida con connotaciones negativas. Es por eso que Mascort reincide en la naturalidad del arte en el ser humano y su libre expresión: La pintura en una pared transmite un mensaje subjetivo que se puede entender o no comprender. Ver estas caligrafías por la calle me gusta porque responden a un sentimiento de identidad, de voluntad de aportación en el espacio público, a un gesto, a una danza, a un movimiento. Es un reflejo de la sociedad”, afirma.

En esta línea, y con respecto a la concepción del arte urbano, Mascort asegura que la cultura de cada ciudad tiene la capacidad de influir enormemente en la percepción de esta y asegura que se trata de un aprendizaje constante:“La forma en la que percibimos el arte urbano requiere de un proceso de aprendizaje; está directamente relacionada con las costumbres locales y con la manera en que los habitantes visualizan su ciudad”. Asimismo, asegura que la forma en que los habitantes de Barcelona perciben el arte urbano no es un hecho aislado:“Berlín, por poner un ejemplo, también ha pasado por una serie de fases. Pero ahora el arte urbano y la ciudad llevan muchos años de la mano. Llevan una relación más duradera, y, con ella, más momentos y más progreso”.

Montana Colors es, además, una referencia en el ámbito de la sostenibilidad. Desde su creación en el año 1994 y como consecuencia de la filosofía de sus fundadores, Montana Colors ha mantenido el compromiso para garantizar en todos sus productos las más altas exigencias en favor de la preservación del medioambiente y la salud de los escritores de grafiti. Su etiqueta “Keep the planet clean” representa su implicación pionera a nivel mundial en la recuperación de los aerosoles vacíos, así como en la formación y concienciación de los clientes en el reciclaje. Mascort señala las claves de este compromiso:“Montana Colors cumple con una serie de requisitos medioambientales para alcanzar grandes niveles de calidad. El compromiso con el medio ambiente está muy presente en la organización, a través de la planta de biomasa o el tratamiento de residuos en la fábrica de Barcelona, así como en el I+D, las acciones de RSC o los puntos de recogida de latas vacías, para garantizar un segundo uso a los materiales”.

Del mismo modo, Mascort considera que “el arte urbano puede ser una estrategia de desarrollo sostenible de la imagen del espacio urbano. No se trata solo de ser responsables con el entorno sino también de concienciar al público a través de acciones sostenibles”. Una responsabilidad social que se vincula a nuestro proyecto, NN Walleryque de la mano de artistas multidisciplinares apuesta por mejorar el entorno urbano de Barcelona, y en el que se han usado no pocos sprays de Montana Colors para poder completar estas obras, tanto efímeras como permanentes. 

En cuanto al movimiento del grafiti, del arte urbano y del muralismo contemporáneo en sí, se palpa que desde la marca se sienten parte del mismo: “No nos dedicamos simplemente al mercado generado por esta expresión artística, también nos sentimos parte de este movimiento ya que hemos crecido con él”, nos cuenta Mascort. Por esta razón, desde Montana Colors trabajan por innovar en todos los sentidos. Un ejemplo es su festival anual “Hola Utopía!”, celebrado en Hannover, Alemania, que pretende tomar la opinión del ciudadano sobre su visión de la ciudad del futuro. A través de talleres y artistas se conciben una serie de imágenes que son desarrolladas en forma de murales.

Finalmente, Mascort nos describe las labores de aspecto social que se desarrollan desde Montana Colors: “Más allá de brindar apoyo a innumerables acciones, colectivos, plataformas y festivales del sector, una constante en Montana Colors es la realización de talleres infantiles, con una clara focalización en el ámbito educativo y sociosanitario. Por poner un ejemplo, próximamente en Badalona participaremos de unas jornadas con colectivos inmigrantes en las que se les introducirá al uso del aerosol. Brindamos a ciertos grupos la posibilidad de desarrollar una serie de actividades artísticas que fomentan la participación y la visibilización a través de un uso creativo del espacio urbano”., apunta.

A nivel personal, Mascort concluye: "Ser responsable del Área de Cultura en Montana Colors constituye un verdadero hito a nivel personal a la vez que cierta responsabilidad. Somos un equipo humano en el que trabajan más de 300 personas, una estructura paritaria con una media de edad entorno a los 37 años. Cada spray de Montana Colors, cada bote con el que se produce y reproduce esta CULTURA, ha pasado por las manos de estas personas, y transporta la esencia de nuestra filosofía como empresa, nuestro compromiso y dedicación por el trabajo bien hecho, y el respeto por nuestro entorno”.