Grup NN

Entre lo digital y lo analógico: una búsqueda de identidad a través del arte

Escrito el 27/05/25 · Tiempo de lectura: 4 minutos
El artista Cristian Zuzunaga

El artista Cristian Zuzunaga protagoniza la 33ª intervención del proyecto NN Wallery en Barcelona

Cristian Zuzunaga lleva toda su vida investigando los límites entre lo digital y lo analógico, lo urbano y lo natural, lo personal y lo colectivo. Su obra es una constante reflexión sobre la identidad, el entorno y la escala. Desde su estudio en Bristol, Reino Unido, y con una trayectoria internacional que lo ha llevado a Londres, Nueva York y Barcelona, entre otras ciudades, Zuzunaga transforma elementos tan aparentemente simples como un píxel o una cuadrícula en símbolos de conexión universal. Hablamos con él sobre sus inicios, su evolución creativa y su intervención de arte urbano en el proyecto NN Wallery.

Un viaje entre culturas, ciudades y escalas

La pasión de Cristian Zuzunaga por el arte urbano se gestó en su infancia, observando el mural de Miró en el aeropuerto de Barcelona. "Me impactó su escala, los colores… más tarde entendí su significado", recuerda. Su formación no fue lineal: trabajó como modelo entre 1996 y 2001, etapa que le permitió vivir en ciudades como Nueva York, Londres y París, y observar cómo el arte dialoga con el espacio urbano.

"En Nueva York descubrí los murales a escala gigante, muchos eran publicitarios, pero pintados a mano, con una calidad fotográfica impresionante", cuenta. En Londres, ya en 2001, el descubrimiento de Banksy lo marcó profundamente. "Era otro tipo de arte urbano, más directo, con mensaje, que hablaba con el entorno”. Fue allí donde decidió estudiar en el London College of Printing, una institución que le permitió explorar su interés por la tipografía, la arquitectura y la filosofía. "Me obsesioné con la idea de qué nos atrae a las ciudades, cómo funcionan como organismos", explica el artista. Esa reflexión lo llevó a buscar las unidades básicas del lenguaje visual: el ladrillo en la ciudad, la cuadrícula en la tipografía, el píxel en lo digital.

Cristian Zuzunaga

Una identidad construida desde la mezcla

De padre peruano y madre catalana, Cristian asegura que no se siente definido por ninguna nacionalidad, su sensación de no pertenencia se convirtió en motor de búsqueda: "Quería entender qué nos une como personas más allá del género, la raza o el color de piel".

Su respuesta la encontró en la geometría. "La cuadrícula me permitió construir un lenguaje universal", afirma Zuzunaga. A través de técnicas como la serigrafía, el letterpress o la fotografía, fue desarrollando una obra que mezcla lo analógico con lo digital, lo artesanal con lo conceptual. "Hay una narrativa coherente desde que empecé: todo gira en torno a la cuadrícula y el cuadrado, a su poder de generar orden y emoción", nos confirma.

Del píxel al mural: volver a la calle

Durante años, el trabajo de Zuzunaga se centró en el ámbito digital. "Cuando el píxel entró en mi vida fue una revelación", explica. Fundó su marca –“Zuzunaga”–, colaboró con marcas textiles y aplicó su lenguaje visual a múltiples soportes. Pero con el tiempo, y especialmente tras la pandemia, sintió la necesidad de volver al origen: lo tangible.

"Decidí conscientemente retroceder, ya que para mí, el arte debe ser físico. El entorno urbano es real. El digital es mental", afirma. Esa vuelta a lo físico culminó en la creación de Frankenstein Press, un taller en Bristol con maquinaria centenaria restaurada. "Buscamos sanar a través de la imprenta, volver a tener contacto directo con la comunidad", dice sobre este nuevo capítulo vital.

Cristian Zuzunaga

Arte urbano que transforma la ciudad

Esta visión encontró eco en NN Wallery, el proyecto artístico de Grup Núñez i Navarro para revitalizar espacios mediante arte urbano. “Desde pequeño, los edificios de Grup Núñez i Navarro siempre formaron parte del paisaje del Eixample que me rodeaba”, comenta. Participar en este proyecto fue también una forma de conectar con Barcelona desde otro lugar, una ciudad clave en su trayectoria. Su mural en el número 40 de la calle Enamorats es un guiño personal a ese vínculo. “Quise hacer una obra que hablara con el edificio, que tuviera ritmo, como un piano. Algo sutil, sereno, elegante”, explica. La paleta cromática, inspirada en detalles del propio edificio y las formas diagonales, remite tanto a la Diagonal como a la estructura del Eixample. “Es un mural que no funcionaría en otro lugar. Tiene sentido solo ahí”, asegura el autor.

Cristian Zuzunaga

Arte, tecnología y vida plena

Zuzunaga defiende un arte que entrelace lo digital y lo analógico, pero siempre centrado en el ser humano. "Durante años creí que el arte debía usar la tecnología contemporánea. Pero con el tiempo me di cuenta de que lo importante no es la tecnología, sino lo que dice sobre nosotros".

Para él, viajar, leer y observar son fuentes constantes de inspiración. Además, está convencido de que el arte y el diseño pueden transformar vidas: "Todos nacemos creativos. Pero la mayoría lo olvida. El arte es esencial para una vida plena". Y al preguntarle qué recomendaría a todo aquel que quisiera descubrir una Barcelona diferente, su consejo es claro: "Camina. Sal del circuito turístico. Descubre los barrios. Observa. Ahí está lo singular".

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